sábado, abril 22, 2006


“A veces se tiene que abrir esa caja”

Es muy fácil decirle a la gente lo que tiene que cambiar, y más fácil es decirle lo que nos molesta. Muchas veces si no tienes nada bueno que decir de esa persona es mejor quedarse callado, cosa que de vez en cuando es difícil llevarla a cabo.

Hay una caja que es negra por fuera, y por dentro cuando se abre puede llegar a ser de distintos colores, o incluso puede tener negro y una oscuridad que es inolvidable.

Últimamente la caja se percata de algo, y es que se ha podido abrir un poco más de lo que esperaba, cosa que algunas veces le llega a molestar porque tiene miedo a que le pongan la mano en la tapa y se vuelva a cerrar.

Es muy extraño, porque a veces por dentro se pinta de azul, y no es que se asuste, simplemente como lo dijeron hace poco “es miedosa, punto”, pero a veces quisiera ser la misma caja negra para todos, pues cuando otros descubren ese color azul saben que es muy fácil llegar a rasgar la caja.

Pero hay algo que la caja negra sabe, y es que su apariencia exterior siempre es la misma, si, si, aunque hay veces que se tengan que seguir ciertas normas de etiqueta, no importa porque se adapta rápido.

Simplemente hay que darse a conocer con la gente tal cual eres y no aferrarse a un cambio que sabes que te ayudará.